Mi experiencia con la compañía www.ventanas-pvc-mallorca.es y Mobilia ha sido completamente decepcionante. Desde que contraté sus servicios para poner ventanas en mi residencia en Mallorca, no esperaba que me encontraría con una situación tan deplorable. Ni la calidad del producto, ni el precio, ni el servicio han estado a la altura de lo prometido. Aquí, describo las numerosas fallas y fallas que he experimentado en este trámite, y cómo me parece que estas empresas operan casi como una red de mafias con un acaparamiento en el mercado mallorquín.
El primer inconveniente evidente fue el precio. Aunque al comienzo se veía una propuesta competitiva, de inmediato me dí cuenta de que el precio final estaba inflado sin justificación alguna. Adicionalmente, cada requerimiento de detalles o modificación fue recibida con justificaciones y respuestas insatisfactorias. La ausencia de claridad en la cotización inicial y la nota final resulta ser, uno de los mayores puntos negativos de lo que viví.
La calidad del producto de PVC que recibí fue sumamente deficiente. Los detalles eran defectuosos, las especificaciones no coincidían con las especificaciones acordadas, y el componente se veía de peor calidad al acordado. Las ventanas mostraban deficiencias de insulación y no llegaban a los requisitos básicos de durabilidad y acabado que se esperan de una adquisición de este tipo. El acuerdo detallaba ventanas de alta eficiencia energética y durabilidad, pero lo que nos entregaron estuvo muy lejos de eso.
El trato proporcionado por Ventanas-PVC-Mallorca y Mobilia dejó mucho que desear desde el comienzo. La implementación se demoró en muchas oportunidades sin justificación engaño clara, y las promesas hechas en el contrato fueron pasadas por alto repetidamente. Cuando finalmente se realizó el trabajo, el personal no actuó profesionalmente. Además, cualquier intento de comunicación para solucionar los errores fue infructuoso; me topé con un soporte negligente y nada dispuesto a ayudar.
Uno de los puntos más desesperantes fue el incumplimiento del contrato. Ni los tiempos, ni las medidas, ni la calidad del producto corresponden con lo prometido. Me tocó a invertir tiempo y esfuerzo adicionales para hacer que cumplieran lo acordado, pero mis acciones no tuvieron éxito. El sentimiento de impotencia ante esta situación fue agravado por la falta de interés de la entidad.
Para añadir sal a la herida, me encontré que estas empresas tienen un {control abrum